Djokovic ha cometido el gravisimo pecado de decir la verdad, llevarle la contraria al pensamiento único progre y sobre todo, pensar por si mismo. Tres cosas que la izquierda no soporta y por las que se ha lanzado en masa a criticarle.
Al tenista se lo ocurrió decir lo siguiente: “La presión es un privilegio, amigo. Sin ella no existiría el deporte profesional. Si tu objetivo es estar en la cima de tu deporte, lo mejor es que comiences a aprender a lidiar con la presión y los momentos difíciles, tanto en la pista como fuera de ella”.
La primera frase lo resume todo a la perfección. La presión es un privilegio, porque, nadie duda de que los grandes deportistas de élite, se someten a sí mismos a una gran presión para ser los mejores, pero, no creo que nadie dude, de que son unos privilegiados por poder ganarse la vida de esa forma.